domingo, 26 de septiembre de 2010

Humanismo cristiano

El humanismo cristiano es una corriente filosófica que, desde sus inicios, tiene, ha tenido y tendrá grandes implicaciones en la filosofía de la educación. La presentación que se muestra a continuación hace un breve resumen y análisis de esta corriente desde la Compañía de Jesús. Agradecemos la colaboración de Ergüin Armando Guillén Baca quien realizó una excelente exposición sobre el tema en la Maestría en Investigación y Desarrollo de la Educación en la Universidad Iberoamericana.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los hermanos COA y COMI

-Aprender es como remar contra corriente: en cuanto se deja, se retrocede- Edward Benjamin Britten.
Marzano es uno de “los” autores que todos los que estudiamos el hecho de la educación hemos escuchado por lo menos alguna vez. Este personaje es muy conocido por sus aportaciones específicas en el ámbito de la didáctica (del arte y ciencia de la enseñanza). Siguiendo la idea de Bloom de definir “operacionalmente” el aprendizaje, es decir, indicar qué es lo que el alumno puede aprender y cómo demuestra este aprendizaje (como una conducta observable).
En este sentido, el trabajo de Marzano continúa la misma tónica, agregando su experiencia docente y compilando una seria de estrategias y técnicas que le ayudarían a los docentes a sistematizar las mejores prácticas en el salón de clase. Para lograr lo anterior, decide agrupar todo lo que una persona puede aprender en conocimiento y procedimientos. Bajo esta premisa hace la observación de que es muy distinto trabajar con conocimientos que con procedimientos. Así, genera dos modelos para que el alumno aprenda de forma “eficiente” los contenidos de conocimientos y procedimientos: el COA (conocimientos) y COMI (procedimientos). Estos dos son en realidad un anagrama de los pasos sugeridos para enseñar los tipos de contenidos:
COA:
a. Construcción de significados.
b. Organización de la información.
c. Almacenamiento de la información.
COMI:
a. Construcción de modelos.
b. Moldeamiento.
c. Internalización.
Espero que en ediciones futuras del revísalo podamos adentrarnos a qué es lo que significa cada una de las siglas. Por el momento reflexionen y traten de imaginar qué quiere decir cada uno de estos pasos.
Referencias: Marzano, R., Pickering, D, Arredondo, D., Blacknurn, G., Brandt, R. y Moffett, C. (1992). Dimensiones del aprendizaje. Virgina, EUA: Association for Supervision and Curriculum Development.
Luis Medina Gual
Comunidad Educativa Tomás Moro Dos
Asesor Pedagógico Docente CCH
30 de agosto de 2010

¿Qué es y para qué sirve la filosofía de la educación?

-Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás- Voltaire.
Muchos educadores habremos pensado alguna vez en el sinnúmero de teorías y filosofías de la educación que se han propuesto. Desde los socráticos hasta personajes más contemporáneos como Dewey que intentan explicar (o comprender) y dar un marco normativo del hecho educativo. En este sentido muchas veces es difícil para los que damos clase, relacionar tales ideas con la praxis educativa (lo que acontece día a día en el salón). Quizá es muy sencillo decir que la educación debe ser “democratizadora” (Dewey) o que la educación debe servir en última instancia para lograr que el individuo sea “feliz” (James Mill). Sin embargo, reitero el hecho de que muchas veces (si no es que la mayoría de estas), vemos lo que dicen los teóricos como algo digno del topus uranus. Es decir, ¿y en mi práctica educativa cómo voy a lograr hacer una educación “democratizadora” o qué significa curricular y didácticamente que lo que busquemos del ser humano es que éste logre ser “feliz”?
Quizá no sea ningún otro momento más que éste el pertinente para poder analizar una analogía que realiza Moore (1995) para explicar qué es y con qué se come la filosofía y la teoría de la educación. Moore (1995) dice que para ello debemos imaginar un edificio de tres plantas que debe ser construido de arriba hacia abajo:
a. En el piso más alto se encuentra la filosofía de la educación que indica cuál es el fin de la educación y qué es lo que esperamos de esta. Es decir, da un marco general de normas y criterios a los que todos los educadores debemos tender.
b. En el piso medio se ubica la teoría educativa que, tomando en cuenta a la filosofía educativa brinda una serie de normas o máximas (más prácticas) que han de servir a los educadores. Por ejemplo, la psicología educativa ha descubierto que en el caso de adolescentes es mucho más fácil que ellos comprendan algo que parte de lo concreto, tangible y cercano a su realidad para después llegar a lo abstracto.
c. En la planta baja se encuentra la realidad educativa en la que viven los docentes.
Pero, para hacer la analogía más real sería bueno dar un ejemplo:
a. Filosofía educativa: Rousseau, el fin de la educación es la formación del hombre “natural” (que para Rousseau significaba el hombre Burgués de su época).
b. Teoría educativa: Rousseau establecía que el niño es diferente al adulto y que el hombre es un ser corrupto por la sociedad.
c. Práxis educativa: para educar al niño es necesario emplear estrategias distintas a las que se utilizan con los adultos; para educarlo es mejor extraer al alumno de la sociedad (internados) en una currícula donde impere la metodología por descubrimiento.
Así de esta forma el proceso educativo intenta, desde esta arista, ser un proceso deductivo. Les dejo una pequeña tarea… tomemos el modelo educativo que nos repartieron e intentemos ver las diferencias sutiles que estos tres niveles nos arrojan para el Tomás Moro.
Referencias: Moore, T.W. (1995). Introducción a la teoría de la educación. Madrid, España: Alianza Editorial.
Luis Medina Gual
Comunidad Educativa Tomás Moro Dos
Asesor Pedagógico Docente CCH
23 de agosto de 2010