lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Qué es y para qué sirve la filosofía de la educación?

-Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás- Voltaire.
Muchos educadores habremos pensado alguna vez en el sinnúmero de teorías y filosofías de la educación que se han propuesto. Desde los socráticos hasta personajes más contemporáneos como Dewey que intentan explicar (o comprender) y dar un marco normativo del hecho educativo. En este sentido muchas veces es difícil para los que damos clase, relacionar tales ideas con la praxis educativa (lo que acontece día a día en el salón). Quizá es muy sencillo decir que la educación debe ser “democratizadora” (Dewey) o que la educación debe servir en última instancia para lograr que el individuo sea “feliz” (James Mill). Sin embargo, reitero el hecho de que muchas veces (si no es que la mayoría de estas), vemos lo que dicen los teóricos como algo digno del topus uranus. Es decir, ¿y en mi práctica educativa cómo voy a lograr hacer una educación “democratizadora” o qué significa curricular y didácticamente que lo que busquemos del ser humano es que éste logre ser “feliz”?
Quizá no sea ningún otro momento más que éste el pertinente para poder analizar una analogía que realiza Moore (1995) para explicar qué es y con qué se come la filosofía y la teoría de la educación. Moore (1995) dice que para ello debemos imaginar un edificio de tres plantas que debe ser construido de arriba hacia abajo:
a. En el piso más alto se encuentra la filosofía de la educación que indica cuál es el fin de la educación y qué es lo que esperamos de esta. Es decir, da un marco general de normas y criterios a los que todos los educadores debemos tender.
b. En el piso medio se ubica la teoría educativa que, tomando en cuenta a la filosofía educativa brinda una serie de normas o máximas (más prácticas) que han de servir a los educadores. Por ejemplo, la psicología educativa ha descubierto que en el caso de adolescentes es mucho más fácil que ellos comprendan algo que parte de lo concreto, tangible y cercano a su realidad para después llegar a lo abstracto.
c. En la planta baja se encuentra la realidad educativa en la que viven los docentes.
Pero, para hacer la analogía más real sería bueno dar un ejemplo:
a. Filosofía educativa: Rousseau, el fin de la educación es la formación del hombre “natural” (que para Rousseau significaba el hombre Burgués de su época).
b. Teoría educativa: Rousseau establecía que el niño es diferente al adulto y que el hombre es un ser corrupto por la sociedad.
c. Práxis educativa: para educar al niño es necesario emplear estrategias distintas a las que se utilizan con los adultos; para educarlo es mejor extraer al alumno de la sociedad (internados) en una currícula donde impere la metodología por descubrimiento.
Así de esta forma el proceso educativo intenta, desde esta arista, ser un proceso deductivo. Les dejo una pequeña tarea… tomemos el modelo educativo que nos repartieron e intentemos ver las diferencias sutiles que estos tres niveles nos arrojan para el Tomás Moro.
Referencias: Moore, T.W. (1995). Introducción a la teoría de la educación. Madrid, España: Alianza Editorial.
Luis Medina Gual
Comunidad Educativa Tomás Moro Dos
Asesor Pedagógico Docente CCH
23 de agosto de 2010

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