martes, 3 de noviembre de 2009

Educational fast food services

Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida
Pitágoras

Hace ya unos meses que tiene que fui por última vez a un restaurante de comida rápida. ¡Qué delicia de platillos a buenos precios! Y… ¡qué dañinos son para la salud son! No puedo negar que me encanta todo este tipo de comida: pizzas, hamburguesas, papas fritas, un refresco o té helado y un buen postre para acompañar. Todo en menos de 3 minutos y con menos de $50 (si agarramos un buen paquete).

Lo que nunca deja de sorprenderme es el hecho de que, sin importar el lugar de la república o el país a donde vaya, si entro a un restaurante con un payaso vestido de amarillo, rojo y blanco sé qué puedo comer y sé a qué precio. La hamburguesa de México es idéntica a la hamburguesa de Colombia y a su vez, esta es igual a la del Perú. ¡Impresionante! ¿Cómo logran hacer esto?

Si nos vamos a las políticas empresariales, vemos que existen una serie de pasos muy concretos que todas las franquicias deben de realizar. Primero se pone el pan, luego los aderezos, la carne, etc. ¿El resultado? Una hamburguesa idéntica en todos los restaurantes. A pesar de ello, existen ciertos elementos que hacen que yo prefiera ir al restaurante del payaso que se encuentra en Ciudad Satélite al que está en Interlomas. Esto debido a factores como la cercanía o incluso los diferentes juegos que tienen y la limpieza del lugar.

Ahora bien, ya en el ámbito educativo esto alude a un término “rimbombante”: los niveles de concreción curricular. El Sistema Educativo Nacional (SEN) designa a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP) los planes y programas (o estrategias y políticas en la empresa) que regirán a los estados guiados siempre por el objetivo de la educación plasmado en el 3ro Constitucional. A su vez, cada estado, distrito y zona escolar tiene la libertad de hacer adecuaciones según el contexto de los alumnos (son distintas las necesidades de los alumnos urbanos a los rurales) y posteriormente cada escuela los modifica según su modelo educativo y pedagógico y por último cada docente vuelve a modificar según cómo éste considere.

Note cómo los planes y programas se van “adecuando” en niveles de concreción curricular. Esto sucede de forma similar a cómo es que las empresas logran “estandarizar” el producto. Remárquese aquí qué es lo que hace de diferente a un restaurante de otro, a una escuela de otra. Lo que hace diferente y mejor a una institución de otra es… el modelo educativo y pedagógico y cómo la planta académica “concreta” el currículum en el salón de clases. Dejo una reflexión: ¿Ahora notamos de forma más simple, qué importancia tienen los modelos educativos y pedagógicos y la interpretación que le demos los docentes?

Comentarios a:
Luis Medina Gual
luismedina@tomasmorodos.edu.mx
Asesor Pedagógico Docente
CCH Tomás Moro Santa Fe
27 de Octubre de 2009

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