viernes, 5 de febrero de 2010

El docente teatrero

Somos del mismo material del que se tejen los sueños
William Shakespeare


En esta ocasión les platicaré sobre algo un tanto curioso. Hace unos días me encontré en un periódico un curso para docentes sobre “teatro”. He de admitir que el teatro es una de mis fascinaciones más ocultas. Lo curioso de ello fue el hecho de reflexionar dos veces sobre el título del curso “docentes teatreros”. ¡Lástima que era un curso de la Universidad Complutense de Madrid!

Ahora se han de preguntar… ¿Teatro para docentes? ¿Cómo para qué? Pues es muy sencillo. Hagan analogías simples entre el mundo del teatro y la clase que imparte el maestro. El docente obviamente es el ejecutante y el alumno es el espectador. Curioso resulta el pensar que esta “vieja tradición” de ejecutante-espectador ha ido modificándose a últimas fechas tanto en el teatro como en el salón de clases. Las nuevas corrientes teatrales hablan de hacer partícipe al espectador, hacer y lograr que se cuestione (esto con el performance). ¿Interesante no? Parece que tanto en el arte como en la educación se observa esta consigna que busca que el espectador deje de serlo (de ser espectador) y se convierta en participante al “hacer” arte junto con el artista.

Dejando a un lado lo anterior, de igual forma resulta interesante analizar el porqué es necesario que todos nosotros como docentes que somos, incursionemos al arte dramático. Quizá ello sea por el simple hecho que en el momento en que “entramos al escenario” verdaderamente estemos “entrando” en papel de maestro: la voz la impostamos, nos paramos diferente, gesticulamos más, usamos las manos para hablar, nos desplazamos por el espacio. Es decir, cuando damos una clase, hacemos teatro. ¿No podrías afirmar bajo estas premisas que tus mejores maestros fueron los que “estaban mejor en el papel de maestro”? ¿No podrías afirmar que aquellos docentes que no creías que fueran docentes, no “estaban en papel? Interesante, ¿no? ¿Cuántos artilugios y estrategias no podríamos aprender del ancestral arte del teatro?

Espero que la próxima vez que te pregunten, “¿te da miedo hablar frente a muchas personas?”, recuerdes que como maestro practicas teatro casi todos los días.

Comentarios a:
Luis Medina Gual
luismedina@tomasmorodos.edu.mx
Asesor Pedagógico Docente
CCH Tomás Moro Santa Fe
08 de Diciembre de 2009

1 comentario:

Unknown dijo...

SECCION A:
1.- Pienso que una definicíón ontológica de ser docente puede ser la de un individuo que al transmitir sus conocimientos teóricos y de expericiencia con el fin que los alumnos las apliquen a su propia realidad.

2.- En la película el Club del Emperador, para mi el sentido ontológico esta en la forma que el profesor usando los textos y frases de su materia va formando un sentido más humano, ético tratando que sus alumnos profundicen en los hechos que estudian.No solo lo deja en datos o memorización, los relaciona o víncula con la vida de los muchachos.

3.- Para mi este sentido de ser docente coincide en inculcar un conocimiento que les de a mis alumnos una lección o encuentren una enseñanza de vida, no de aula.

SECCION B:

a) Al iniciar la película, el Mtro. Hundert, ya es una persona madura que esta en último nivel de su profesional, donde ya se enfrentó a que no releguen en algo que el ha invertido su vida , donde ya conoció el período de no saber que hacer después de...
b) En su etapa de finalización y cierre, que el retoma después de estos conflictos internos a los que se enfrenta le dan la oportunidad de experimentar nuevamente el motivo que le ha impulsado a ser profesor, reconociendo sus errores, aceptandolos y sus consecuencias. Cuando llega a esta conclusión puede ver que su desarrollo y acciones a lo largo de su vida no eran por seguir un fin de ascenso; era hacer de sus estudiantes unos jovenes con conocimientos sólidos y valores integros.
c) ¿Cómo me veo yo de docente en esta etapa? La verdad no lo sé, pero si me gustaría vivirla teniendo el mismo interes y motivación de ahora.

SECCION C:
A) El dilema ético : se presenta al tratar motivar a su alumno más rebelde, en perjuicio de otro.

b) A corto plazo les afecta a un chico que se ha esforzado y siente frustración, tristeza; al no cumplir su aspiración de particpar en el concurso.
Se alienta a un alumno que con un solo esfuerzo se le otorga un premio por lo que otros trabajaron de forma continua. Y al no delatar su trampa se le da un poder al alumno sobre el maestro.
El profesor inmediantamente al darse cuenta de la trampa y la falta de desición de la escuela por un castigo se siente culpable por su decisión .

El alumno que hace trampa a largo plazo por la falta de castigo, mantiene la misma actitud en su vida.

c) Yo si hubiera sido el Mtro. Hundert, no lo hago porque al ver la calificación que obtuvo fue buena e " inflarla" el alumno consideraría que su esfuerzo tan al final es suficiente para lograrlo y no se valora un esfuerzo constante.