domingo, 2 de mayo de 2010

La ética en el ser docentes

El médico entierra sus errores, el arquitecto los derrumba por cientos pero el docente los multiplica.
Anónimo.

¿Qué significa “la escuela”? ¿A quién se le ocurrió que existiera un lugar específico para la existencia de instituciones encargadas de la formación y cultivo de los miembros de la sociedad? Si nos ponemos a reflexionar a conciencia podremos darnos cuenta de algo… el primer contacto de un niño con otro ser humano es la familia y el lugar donde “experimenta” y “aprende” a convivir y compartir con otros seres humanos además de su familia es la escuela. En este sentido la escuela funciona como un espacio-laboratorio de la sociedad. En la escuela se representan los principales roles de la sociedad: el compañerismo, la amistad y la autoridad.

Veamos pues, que la formación de los estudiantes en la escuela no se limita o circunscribe únicamente a la educación “académica” o “cognitiva”. Así, la labor que tenemos como docentes es muchísimo más compleja. Por ello, es necesario pensar cómo es que nuestro actuar docente afecta directamente en la parte social y emocional de los estudiantes. En este sentido se hace imprescindible el análisis de la labor docente desde un ámbito ético. Por ello, en esta ocasión me gustaría presentarles lo que considero uno de los mejores (y únicos) intentos de establecer un código ético del actuar docente (código deontológico). A continuación muestro algunos puntos de dicho código y los invito a revisarlo en extenso (Universidad de Valencia, 2008):

El educador debe:
• Establecer con los alumnos una relación de confianza comprensiva y exigente que fomente la autoestima y el desarrollo integral de la persona, así como el respeto a los demás.
• Aportar los elementos necesarios para que los educando conozcan críticamente su propia identidad cultural y respeten la de los demás.
• No adoctrinar ideológicamente y respetar en todo momento la dignidad del educando.
• Guardar el secreto profesional, no haciendo uso indebido de los datos que se dispongan sobre el alumno y su familia.
• Nunca pensar en el estudiante como un amigo.
• Evitar confrontaciones y actitudes negativas, siendo respetuoso con el pluralismo presente en los centros y en la sociedad.
• Respetar el ejercicio profesional de los demás educadores sin interferir en su trabajo ni en su relación con los alumnos, padres y tutores.
• Respetar y asumir el proyecto educativo del centro, como un deber inherente al desempeño de la función docente dentro de los límites del precepto constitucional de la libertad de cátedra.

Referencias:
Universidad de Valencia (2008). Código deontológico de los profesionales de la educación. España. Obtenido de: http://www.uv.es/aidipe/CongVirtual2/deonto.htm el 17 de Noviembre de 2008. Descargable de: http://www.4shared.com/file/238339710/e71ba122/Cdigo_Deontolgico.html


Comentarios a:
Luis Medina Gual
luismedina@tomasmorodos.edu.mx
Asesor Pedagógico Docente
CCH Tomás Moro Santa Fe
04 de Marzo de 2010

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